lunes, 13 de abril de 2009




Tan árido como el Sahara descansa,
solitario,
perdido.
Bombeante de sangre caliente
más como el invierno, frío.
Un corazón que jamás supo su función.

Leidy González 01/4/09

1 comentario:

Rommell dijo...

...Y hay quienes dirian que es uno con suerte...