Hablando de cosas incoherentes...

Hola.
Hoy no vengo con una de mis poesías baratas,
poco trabajadas y rígidas como suelen serlo.
Hoy vengo a ¿hablar un poquito talvés?
Sí, a hablar conmigo misma.
Hablar conmigo misma.

Hay un vacío que no me deja escribir. Un agujero negro que me succiona, que succuiona lo peor de mí, dejandome sin nada para escribir.
No creo que sea algo así como un gran problema, pero si lo es, falta esa parte de mí
¿dónde está ? esa parte reprimida por mi misma, donde se encuentra un gran cumulo de enojo convertido en depresión.
¿Ya no está?¿Puff, desapareció?
¿Y qué tal si la necesito?

Claro que no desapareció. Sólo se esconde, pero sal ya ¿sí?
me haces mucha falta.
No quiero pena de nadie, no quiero un fastidioso "te entiendo", no quiero que nadie me venga a decir que hacer o que no hacer. Estoy aprendiendo, a mi paso.

No.
No soy la reina del mundo.
No lo sé todo.
Ni siquiera sé que quiero en realidad.
Las cosas que anhelaba ayer, ahora no son iguales, ahora no valen la pena.
Yo no tengo por qué quejarme,
si soy una niña muy, muy, demasiado afortunada.
Quizá eso me falta. Una parte que tenga todas mis quejas, lamentos y gritos silentes,
de donde jamás los dejaba escapar, hasta aquellos días que explotaba.

Este rollo de crecer y madurar es difícil,
y no debo mostrar miedo, es algo por el que pasamos todos ¿no?
"Si tan sólo tuviera fuerza,
algo venidero de mis propias manos...
Tengo una espina clavada en el alma"

todo es tan diferente ahora, y me alegra muchisimo, y otras veces no tanto.
He descuidado las amistades más de lo que imaginaba,
y en realidad no me duele tanto como creía.
Es positivo, significa que ya no les tengo dependencia, pero no debo ser tan fría.
Debería aprender a ser mejor amiga. Pero no puedo.