cada vez con más aspereza
saltando de una situación inconclusa a otra,
hasta quedar llena de pesazos rotos e imposibles de arreglar.
mis uñas crecen al ritmo de los cerezos que se fijan en las ventanas,
mientras las marcas de humedad mi caparazon oxida
cuando lo quiero todo y no quiero nada.
enseñame a nadar donde no haya agua,
entre jazmines y caricaturas en una madrugada
sin peleas con extraños porque el rencor inhunda.
y hoy, como anoche, como ayer.
y mañana, como hoy.
-Leidy González
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