al aire...

Momentos así es que necesito las palabras,
una idea inteligente y graciosa quizá,
es cuando me urge que confíes en mí para que no me hagas daño.

Y a pesar de ser egoísta,
¿no se supone que yo también tengo que vivir?
Sé que estoy en contra de tu moral y tus principios,
sé que no soy muy ortodoxa y nunca me adherí al molde en cual me creaste.

Sé que te da miedo a que me vaya lejos,
que me salga de tu alcance para gritarme y sermonearme,
¡y que por encima de todo, parece no afectarme tus complejos y tus preocupaciones!

Mira que si me afecta, si supieras cuanto hablo de tí,
pero solo de ti porque eres la que si esta en mi vida;
aquel otro caballero es solo un espectador con suma autoridad ignorada que ya no me hace falta,
pero tu no, ¡tu si me afectas!

No eres el ogro que muchas veces pinto con historias,
pero tampoco es que me siento precisamente en libertad para hacer lo que quiero.
Muchas veces me haz cortado las alas, y en realidad no me quejo,
quizá si fue necesario,
pero por esta vez quiero saber que si vale la pena que me afectes así,
o si te tendré que colocar como otra espectadora.